Título: Rasguños en la puerta
Autor/a: Melisa S. Ramonda
Editorial: Dark Unicorn Ediciones
Precio papel: 12,79€ (Amazon)
Precio eBook: 0,96€
Páginas: 642
Puntuación:
Sinopsis: Después de un accidente en el que pierde a su marido y a su bebé por nacer, la joven periodista Johanna Miller se retira a un sitio apartado en los Apalaches, buscando la paz que le falta a su mente. Una noche fría en su solitario aislamiento, Johanna oye unos extraños rasguños en la puerta de su casa. Es un pequeño niño-lobo, sucio y helado de frío, quien con sus lágrimas la convence de ir al bosque, a buscar a su padre malherido y su hermanita bebé.
Aún en su estupefacción, ella toma una importantísima decisión: ayudar.
Nikolai, una vez el hijo de un famoso millonario ruso, tiene pocas alternativas. En lugar de terminar con su vida y la de su familia, Johanna decidió darles asilo y comida. Pero, ¿Puede confiar en ella? Sus hijos necesitan refugio, cuidados. Él necesita un lugar dónde esconderse y curar sus heridas. Es un hombre-lobo, y toda su casta, aunque es pequeña y muy joven, se encuentra en riesgo.
Sus enemigos no son ordinarios. Tampoco se detendrán hasta destruir todo lo relacionado con él.
Una historia donde los lazos del compromiso, la amistad y la familia se mezclan en un mundo nuevo, oculto a los ojos de la gente ordinaria. El mundo al que Johanna Miller ha tenido el honor de entrar.
Opinión personal: Lo primero que pensé al ver el libro, aparte de qué tan perfecta y bonita es la portada, fue qué palo leerlo, son más de 600 páginas. Sin embargo, no se me hizo para nada pesado. Está todo bien conseguido, sin que se haga pesado o aburrido.
La historia es contada en primera persona por la protagonista, Johanna. Está dividido en cuatro partes: las tres primeras partes pasan en la casa, y hacia el final fuera de ella, de Johanna con Nikolai y sus hijos durante menos de una semana, donde pasa toda la acción y el problema. La cuarta y última parte pasa en un intervalo de 2 años después de que todo finalice. Y luego tenemos el epílogo donde han pasado 8 años desde que Nikolai y Johanna se conocieron. En esta novela hay de todo: acción, romance, familia... incluso un poco de erotismo. Es una delicia.
Johanna ha estado aislada dos años desde que perdió a su marido y a su bebé por nacer en un accidente, sin atreverse a dar un paso adelante. Un día por la noche escucha unos ruidos en la puerta y, cuando abre, se encuentra a un niño-lobo pidiéndole ayuda. Su padre se ha desmayado por sus heridas y su hermana de 4 meses se está congelando. Ella, a pesar de estar estupefacta y confusa, decide ayudar.
Los hombres lobo aquí no son los típicos. La autora comenta al principio del libro que quería escribir una historia de hombres lobo que ella hubiese querido leer ya que los libros que ella ha leído sobre estos seres no la han convencido. Y ha conseguido ser original.
Cuando se transforman, no lo hacen del todo. Se llenan de pelo y les sale cola y todo eso, pero no caminan a dos patas y pueden hablar a pesar de que su cara se transforma en la de un lobo. Al principio me los imaginaba como Anubis. Algo así.
"Otra vez, la imagen mental acudió a mi cabeza sin razón alguna, pero tal vez sucedía porque era la forma más sencilla de explicarme a mí misma lo que estaba viendo, la foto de un hombre, al que le han cubierto el rostro con otra foto de la cabeza de un lobo, y vistiendo un muy ajustado y tibio abrigo de pieles de primera calidad. Aún así siento que era un collage demasiado imperfecto para describir la natural perfección y armonía de aquel ser..."
Un dato curioso sobre estos seres es que cuando cambian de "lobo" a humano, el pelo se les cae en lugar de desaparecer. Otra cosa que me gusta es que los propios hombres lobo buscan una razón científica de por qué son así.
Johanna se mete en un lío al acogerlos ya que el enemigo natural de los hombres lobo está en busca de Nikolai, el padre del niño, para matarlo (no, no son vampiros, son unos "enemigos" mucho más lógicos y que ya leerás).
De personajes secundarios solo hablaré de los hijos de Nikolai, Mirko y Aleksandra, Sasha para abreviar. Mirko es un amor de niño de unos 7 años que admira muchísimo a su padre y muestra mucha valentía. Yo quiero un hijo así. Y Sasha es una bebé de unos 4 meses que también es amor, muy caprichosa, pero una monada. También quiero una hija así.
Nikolai es asdfghjklñ. Y encima ruso (Rusia me tiene fascinada). Y qué decir que buen padre es. Se preocupa muchísimo por sus hijos y los ama y daría todo por ellos.
Personalmente, una cosa que le da muchísimos puntos es el tema del pasado de los protagonistas. Tanto Johanna como Nikolai han perdido a sus parejas, sin embargo, no pasa como en las típicas novelas para adultos donde, por ejemplo, el protagonista estaba enamoradísimo de su difunta esposa o lo que sea pero cuando conoce a la protagonista, se da cuenta de que lo que sentía en ese entonces no era amor, sino tal y pascual. Esto es algo que me da mucha rabia porque es como mancillar la memoria de esa persona. Si con tu anterior pareja creías que era amor y luego resulta que no, ¿por qué con la actual sí? ¿Por qué no pudo tener un buen romance perdido y encontrarlo de nuevo? En cambio, en esta novela los dos respetan a sus difuntas parejas y ellos lo recuerdan como un buen tiempo juntos, pero dejando el pasado atrás y siguiendo adelante. ¡Como debe ser!
No tengo mucho más que decir aparte de que me ha encantado, muy original y bonito y todo. Lo recomiendo al 100%.
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